ASOCIADOS DESTACADOS

| Carlos Arturo Buitrago Duque

SALUDO, MAESTRO DE LA OBSTETRICIA Y GINECOLOGÍA 2022

Respetados Colegas, amigos, familia:

Inicio agradeciendo a la Junta Directiva de Asagio y en cabeza de su presidente Luis Carlos Murillo quien fue el que me propuso, por otorgarme este reconocimiento. Lo aprecio mucho, de verdad, me llega a lo más profundo de mi ser. Recibir reconocimientos siempre es bueno, pero cuando ese reconocimiento viene del sitio de origen, cobra más valor, porque como se dice, nadie es profeta en su tierra. Así que ser reconocido en Asagio, para mí no tiene precio.

Llegar donde he llegado, sea lejos o cerca, como cada uno de ustedes quiera a bien medirlo, se sabe que no es solo. Siempre detrás de cada uno de nosotros hay un resto de personas que finalmente lo encaminan a uno para terminar donde cada uno de nosotros está, incluso, los enemigos intelectuales, quienes nos estimulan y no nos dejan desfallecer en nuestros propósitos. Pero en el lógico orden, debo agradecer primero a Dios, a mis padres por la formación y las oportunidades que me brindaron. Pero hoy quiero dar un agradecimiento muy especial a mi esposa, Janine, quien me ha acompañado desde mis inicios, porque ha sido un incondicional apoyo, mi faro, mi brújula y mi punto de equilibrio, para no perderme en mis imaginarios y un gran ser humano. Bien dice el dicho que detrás de todo gran hombre hay una gran mujer. Schatz, gracias por apoyarme y acompañarme sin queja alguna durante todos estos años. Agradezco a mis hijos, por ser mi motivación día a día, mi motor y la fuerza que me hace encontrar la razón para levantarme temprano todas las mañanas. Siempre he recibido de ellos, el cariño, el respeto y el apoyo a mi gestión.

Agradezco también a mis profesores que en mayor o menor grado me brindaron desinteresadamente sus conocimientos, no importa si algunos de ellos no eran correctos con relación a la evidencia. Agradezco a los profesores que escurriendo sus suprarrenales me dejaron hacer mis primeras cirugías. Agradezco a mis alumnos el cariño, el respeto y esa inyección de colágeno que me inyectan a diario.

Por otro lado, aprovecho esta oportunidad para pedir perdón. A Dios, por no ser un rezandero y faltar cada 8 días a la misa, como me lo saca en cara permanentemente mi madre. Pido perdón a mis padres, por los trabajos que les haya ocasionado en mi juventud y por: de algún modo la falta de cuidado y falta de dedicación que ellos se merecen. A mi esposa, por mis silencios, por mis ocupaciones, por desplazarla como prioridad en muchísimas oportunidades, pero jamás le ha faltado mi respeto y mi fidelidad. A mis hijos si no los he acompañado en todas sus actividades, aunque siempre he estado lo más pendiente posible y jamás ha faltado la mano guía, orientadora y todo mi apoyo para sus proyectos. A mis maestros, por mi acelere, por lo intenso, por no expresarles en su momento ese agradecimiento, que hoy ya del otro lado, lo entiendo mejor. Finalmente, a mis alumnos, quienes han soportado mi intensidad, mi exigencia, mi intolerancia y mi manera algunas veces inadecuada, de corregir sus errores.

A TODOS PERDON!!!

He trabajado mi parte profesional, con la mayor responsabilidad posible, con el mayor respeto y con el mejor trato que puedo dar a cada una de las pacientes. En este proceso me he acompañado permanentemente de mis estudiantes de diferente nivel académico, lo que los pone como testigos y auditores de mi labor y de lo que hoy les comento. Nadie más auditado que yo. He tratado de mostrarles la congruencia entre lo que se lee y lo que se hace, he tratado de mostrarles otra forma de hacer las cosas y he tratado de darles los elementos críticos para evaluar cada una de nuestras acciones con los pacientes.

El acto quirúrgico para mí, es un espacio sagrado, donde no se puede perder tiempo ni hay espacio para los errores, ni hacer algo que afecte el resultado clínico de la paciente. En una realidad que vuelve a los aprendices cada vez menos clínicos, con menos oportunidades quirúrgicas, con jornadas más cortas, con más carga académica para revisar, sin mencionar los riesgos que corren los docentes hoy, la medición de todo, como tiempos gastos complicaciones, etc., las demandas o al menos el temor de las demandas o de tener dificultades con la paciente y familia hacen de la docencia quirúrgica un gran reto. Sin embargo, también he tratado de darles los elementos de practica suficientes y todos mis tips acumulados por mi experiencia, para iniciar con una curva de aprendizaje más corto, en el mundo quirúrgico.

Finalmente quiero hablar del trabajo gremial, donde he cumplido a cabal mi responsabilidad. Todos, absolutamente todos sin excepción, debemos agradecer a nuestras sociedades el permitir desarrollarnos como profesionales y como especialistas. A mi manera de ver, por esto, todos tenemos una responsabilidad con nuestras asociaciones y con nuestros colegas. Es un trabajo gratis, desgastante y desagradecido, por eso debemos apoyar a nuestros líderes, a aquellas personas que han tomado la decisión de dejar la zona de confort, para asistir a miles de reuniones aburridoras y a toma de decisiones o de exponerse a críticas, comentarios desalentadores incluso insultantes, con el único objetivo de tener solida la asociación y ayudar a mantener nuestras garantías laborales y profesionales.

Somos por lejos, la asociación más fuerte del país, ha sido un trabajo de años y de muchas personas entre las cuales con orgullo puedo incluirme. Contamos con grandes líderes académicos, con personas muy respetadas que nos ponen en ese punto alto, pero es necesario la renovación permanente, por lo que invito entonces a los jóvenes, a que lideren líneas del conocimiento, incluyendo la política y gremial, a los viejos a que detecten y estimulen a esos muchachos que se les ve potencial, entrénenlos, acompáñenlos, impúlsenlos y denlos a conocer. Y en eso, también creo que lo he hecho hasta el cansancio y lo seguiré haciendo.

Recibo hoy este reconocimiento con alegría, con gran carga afectiva, con humildad y respeto. Gracias, gracias, gracias.

Con este reconocimiento, no me retiro, no me jubilan hoy. Espero que Dios me de salud y ganas de seguir dando lo mejor de mí y que me permita ante todo ser cada día una mejor persona.

Los aprecio,

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