Dr. Gonzalo Vásquez Vásquez
Lugar de nacimiento: Medellín, Antioquia, Colombia
Fecha de nacimiento: Diciembre 14 de 1926
Hijo de: Roberto Y Enriqueta
CIUDADANÍAS: Colombiana y Norteamerica
ESTUDIOS
Primaria: Gimnasio de Medellín
Secundaria: Liceo de la Universiad de Antioquia
Grado Bachiller
Diciembre de 1945
Profesional: Facultad de Medicina Universidad Antioquia
Egresado en diciembre de 1951
Medicatura Rural: Municipio de Urrao (Antioquia)
Cargos: Médico Subdirctor del Centro de Salud
Oficial de Sanidad MIlitar del Ministerio de Guerra de Colombia
Estos cargos fueron desempeńados desde Enero de 1052 a Diciembre de 1053
Nombrado médico del servicio de urgencias del ISS en la Clínica León XIII de Medellín de Enero de 1954 a Junio de 1954.
Viaje luego a los Estados Unidos como Felowship (Médico Asistente) en el servicio de Ginecología y Obstetricia del Medical Center de Jeisey City, estado de New Jersey.
A finales de 1955 regresé a Colombia y me vinculé, por generosa acogida del Doctor Pedro Nel Cardona, en ese entonces Director del Departamento de Ginecología y Obstetricia de la facultad de medicina de la Universidad de Antioquia y que funcionaba en el Hospital de San Vicente de Paul. Mi vinculación fue ad honoren y tiempo parcial.
Mi vinculación a la cátedra me permitió adquirir una sólida preparación en el campo de la ginecología y de la cirugía correspondiente a la especialidad. En esa época la Obstetricia funcionaba como especialidad independiente y ańos más tarde se impuso la integración de ambas, pero yo siempre permanecí fiel a la Ginecología que fue el campo que más me atrajo y al cual dedique todo el entusiasmo para lograr una posición destacada en el medio en el cual me desempeńé.
Recibí varias ofertas de trabajo como fueron: Secretario de Salud del Municipio de Medellín, Jefe de la Campańa Anti-cáncer del Departamento de Antioquia, Vice Decano de la facultad de Medicina, Profesor de tiempo completo de la Cátedra de Ginecología, Médico Jefe de la Clínica León XII del ISS, pero mi ambición siempre estuvo vinculada con la práctica privada y nunca me dejé tentar por otras halagüeńas ofertas.
En el ańo 1982 me retiré con el título de Profesor de tiempo parcial de la Cátedra de Ginecología. Durante el tiempo de vinculación a la cátedra, tuve oportunidad de participar en varios trabajos en colaboración con otros colegas sobre temas importantes y de creciente actualidad, con investigaciones que fueron dignas de ser presentadas a congresos nacionales e internacionales a los cuales asistimos en grupo y que nos dejaron gratos recuerdos y un merecido sentimiento de orgullo, por lo que nuestra Universidad significaba en el ámbito nacional.
Tuvimos en nuestra cátedra periódica visitas de sobresalientes Ginecólogos de los Estados Unidos, Argentina y otros países que nos dejaron siempre valiosas enseńanzas y vínculos muy estrechos de amistad que perduran aún en nuestra memoria.
Con nuestros colegas Colombianos también tuvimos oportunidad de compartir en los congresos nacionales en distintas ciudades, en intercambio de experiencias siempre valiosas como las del Instituto de Cancerología de Bogotá y las diversas cátedras de Ginecología de las principales ciudades de Colombia, entidades todas cuya dedicación al trabajo de investigación ha sido loable y reconocida por todos y que ha mantenido una sana emulación entre todos.
A principios de 1956 fui nombrado médico de la consulta prenatal del I.S.S. y dos ańos más tarde Cirujano Ginecólogo de la misma entidad, cargo que desempeńé por 24 ańos. Desde muy joven me vinculé a la Asociación médica de Antioquia (AMDA), pertenecí a su Junta Directiva por varios ańos y en 1972 fui nombrado presidente de dicha agremiación sindical y participe activamente en la lucha defensa de los intereses vitales del gremio médico, especialmente en los conflictos con el I.S.S. entidad ésta que, desde su fundación, causó grandes dańos al ejercicio libre del profesión y trató siempre de cometer abusos arbitrarios contra el gremio médico.
Alenté y participé en varias huelgas médicas, impopulares por supuesto en aquella época, pero que fueron la única forma obligada de lograr conquistas sindícales para la sobre vivencia del gremio. Tuve ocasión de participar en muchas reuniones en las más importantes ciudades del país para promover la afiliación de los médicos a las organizaciones médicas sindicales y especialmente en Bogotá, adelanté gestiones ante los ministerios de Salud y de Trabajo, amén de los distintos grupos de parlamentarios donde siempre hubo médicos que participaban activamente en leyes que favorecían los intereses del cuerpo médico.
En 1959, con un selecto grupo de especialistas, fui cofundador de la Asociación Antioqueńa de Obstetricia y Ginecología y durante los ańos en que tuve participación activa en ella, recibí y desempeńé los honrosos cargos de Tesorero, Secretario y Presidente.
En noviembre de 2004, junto con varios miembros fundadores sobrevivientes recibimos un sentido homenaje de las Directivas de la Asociación por haber cumplido 45 ańos tan benemérita entidad.
A mediados de los ańos sesenta, en conversación informal y amistosa con el Doctor Juan Duque Betancur en el I.S.S. y conociendo las aptitudes musicales del Dr. Duque, le propuse la creación de una orquesta médica ya que también sabíamos de varios colegas verdaderos profesionales en el campo de la música. Bajo la dirección del Dr. Duque y mí modesto papel de coordinador del grupo, logramos conformar una orquesta médica que tuvo una gran acogida entre el gremio médico y que logro verdaderos éxitos en las múltiples presentaciones que hicimos en la ciudad. Para amenizar especialmente eventos importantes en el discurrir de la medicina Antioqueńa. Fuimos invitados a varios pueblos y ciudades de Colombia y llegamos hasta la televisora nacional. Quedan ya muy pocos sobrevivientes de la orquesta pero el recuerdo de los momentos compartidos con ellos, es imborrable.
Mi padre, José Roberto Vásquez en el Senado de la República fue coautor de la Ley de Cooperativas de Colombia, y nos prestó asesoría para fundar la Cooperativa Médica de Antioquia, entidad que ha tenido un papel preponderante en el cooperativismo sólo de Antioquia sino también en el ámbito nacional. Fui pues también cofundador y miembro desde entonces de esa entidad que ha servido diligentemente a los intereses de los médicos asociados.
Otra etapa importante de mí vida fue cuando la ciudad de Medellín fue escogida por la ciudad de Fort Lauderdole del Estado de la Florida, como la ciudad hermana en Colombia. Una comisión muy importante de 50 personas presidida por el Alcalde de Fort Lauderdole, vino a Medellín a oficializar los vínculos que se establecieron entre las ciudades y que comprometían a empresarios, comerciantes, profesionales y grupos culturales muy importantes para todos.
A mi consultorio particular se apareció un distinguido ciudadano Norteamericano quién me manifestó que varias personas le habían insinuado mi nombre como un candidato muy opcionado para formar parte de un Club de Servicio que se proyectaba fundar en Medellín. Era el Club Kiwanis Internacional con sede principal en la ciudad de Chicago y su filial en la ciudad de Ft. Lauderdale. Me vinculé gustoso al proyecto y durante varios ańos trabajé duramente en proyectos de ayuda a las organizaciones mas necesitadas de apoyo de todo orden en la ciudad. Fui distinguido por los miembros del Club kiwanis de Medellín con nombramientos de Tesorero, Secretario, Presidente, Vice-gobernador y finalmente Gobernador del distrito Andino para Colombia, Venezuela y Ecuador.
En el ańo 1977 fui citado a la ciudad de Chicago para recibir un curso intensivo sobre el manejo adecuado del Kiwanismo que ya había adquirido mucha importancia en Medellín y en otras varias ciudades de Colombia y en el Distrito Andino.
A mediados de este mismo ańo fui a una convención internacional de tres mil miembros en la ciudad de Dallas y en compańía de mi esposa recibimos la honrosa investidura de Gobernador Andino. Como una distinción especial al Club Kiwanis de Medellín y a mi carácter de Gobernador y profesor de la Facultad de Medicina, el Alcalde de Ft. Londerdale, quien pertenecía al Club Kiwanis de esa ciudad, me extendió una invitación para visitar la ciudad hermana. Con un grupo de 25 estudiantes del último ańo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia y algunos profesores, viajamos a Ft. Londerdale, donde nos tenían hotel reservado y pagado por ellos. Durante tres días fuimos huéspedes de honor y colmados de toda clase de atenciones, empezando por la entrega de las llaves de la ciudad y la visita a los lugares mas bellos y atractivos que tiene esa hermosa ciudad. La gira con los estudiantes se extendió hasta Nueva York y de regreso por todos los Estados del Sur de los Estados Unidos, hasta la ciudad de New Orleáns. Fueron muchos los viajes que se hicieron posteriormente, tanto de allá para acá, como de aquí para allá y los lazos de amistad que nos unieron se conservan aún.
El 15 de octubre de 1970, después de la desaparición del Doctor Pedro Nel Cardona, varios profesores de la cátedra de Ginecología y Obstetricia de la Universidad de Antioquia, participamos como socios fundadores de la Fundación para Investigaciones Médicas de Antioquia Pedro Nel Cardona, en memoria de nuestro inolvidable maestro a quién quisimos honrar y poner de ejemplo ante las nuevas generaciones como verdadero líder y promotor de la especialidad en Medellín, y en Colombia entera.
Al final de la jornada debo recordar difíciles momentos de violencia en la práctica de la medicina rural en Urrao, donde fueron incontables las autopsias practicadas y un episodio serio que tuve que enfrentar con el ejercito, en la captura del Jefe guerrillero Capitán Franco, que pude haberme costado la vida. También sufrí la pérdida de uno de mis hijos quien fue asesinado en Cali. Padecí además el secuestro de mi esposa por el frente 34 de la FARC, una de las experiencias más dolorosas y apabullantes que se pueda sufrir. Afortunadamente mi buena estrella y mi gran afición a la pesca en todo tiempo y lugar me sacaron todo esto, sin dejar en mí huella de rencor o signos de ligera depresión.
La mayoría de mis compańeros de grupo ya han muerto, lo mismo que mis compańeros de trabajo y profesorado en el ISS y en la facultad de Medicina.
De todos ellos guardo muy grato recuerdo por lo que enseńaron y por lo generosos y comprensivos que fueron conmigo.
Mi anhelo es disfrutar los ańos que me quedan con la misma salud que siempre he tenido y que se cumplan en mi las sabias palabras del Poeta: “Era una llama al viento y el viento la apagó.