GREMIAL

Manifiesto público y denuncia a la comunidad. Medellín, 06 de octubre del 2023.

| Profesores del departamento de Ginecología y Obstetricia. Universidad de Antioquia

“Las consecuencias de las grandes decisiones pesarán siempre en las consciencias de quienes, con asumo de responsabilidad y de juicio, firmen la sentencia”.

Esta frase, podría muy bien reflejar el sentimiento y la razón de un ciudadano común, que aprecia con asombro y con miedo el poder avasallador, inerme y calculador de un sistema de mercado neoliberal que obliga, en consecuencias históricas repetidas, al cierre de los sitios en donde se protege la vida desde el vientre y en donde se recibe al nuevo ciudadano para acunarlo y educarlo como un ser humano de bien. Además, refleja la angustia e impotencia de todos aquellos ciudadanos que han decidido transformar sus vidas para el servicio integro de la medicina y el cuidado de la salud, y que en sus horas de entrega y desvelo han recorrido los pabellones y corredores del bloque de maternidad del “hospital grande, muy grande” que imaginó su fundador, don Alejandro Echavarría Isaza. Y también podría identificar a las mujeres de nuestra sociedad que, con lástima y resiliencia, deben aceptar una vez más la autoridad de una cultura patriarcal que históricamente les ha negado el derecho a decidir por sus necesidades y recursos, para proteger su salud y la vida.

La decisión y la consecuencia histórica del cierre del servicio de Obstetricia y Ginecología del actual Hospital San Vicente Fundación, programado para el 31 de octubre del 2023, es nada más y nada menos que la destrucción de un legado y de una idea de quienes forjaron con compromiso y pasión la historia de la ginecobstetricia en Antioquia y de Colombia. El Hospital San Vicente de Paúl de Medellín, creado en la mente de don Alejandro Echavarría Isaza, industrial antioqueño y filántropo, fue motivado por la agobiante enfermedad y sufrimiento de su esposa, Ana Josefa Misas, y por las angustias que le causaba la falta de alberge para tanta gente miserable que él veía en las calles muriendo y esperando una cama en el único hospital existente en la ciudad, el San Juan de Dios. La emoción y su espíritu altruista y compasivo llevaron a don Alejandro a imaginar la fundación de un “hospital grande, muy grande que tenga siempre la capacidad de albergar a todo hijo de Antioquia, y del resto del país que necesite de sus servicios”. La fundación del hospital se realizó el 16 de mayo de 1913, y abrió sus puertas en 1934. Simultáneamente, nacía al lado una escuela de medicina, institucionalizada por la Universidad de Antioquia desde 1871. Allí, grandes maestros de la medicina en Antioquia como el doctor Nepomuceno Jiménez, fundador de la catedra de Ginecología y Obstetricia, el doctor Alberto Bernal Nicholls que inicio la consulta prenatal en Antioquia, el doctor Manuel Uribe Angel, considerado uno de los hombres sabios de Colombia, entre otros, forjaron el espíritu académico, científico, humano y de servicio entre el nuevo hospital y la naciente facultad de medicina de la Universidad de Antioquia.

La historia paralela de la “Maternidad del San Vicente”, como la nombraba la gente del pueblo que asistía allí para ver nacer a sus hijos, y del servicio de Ginecología y Obstetricia de la Universidad de Antioquia,

por donde han pasados cientos de estudiantes y profesionales de la salud en busca de espacios de formación y servicio, será sellada y sepultada por las consecuencias de un sistema de salud en Colombia, que se presenta como moderno,  reformista y dinámico  con la imposición de criterios de habilitación asfixiantes e imposibles de asumir por las instituciones de salud, que a su vez dependen de un sistema de mercado igualmente estrangulador aunado a una crisis que se viene gestando desde los inicios de la Ley 100, en la cual la salud se convirtió en un negocio, y donde la obstetricia, tan importante para la formación de comunidades y sociedades, no es una apuesta para nadie porque no genera grandes utilidades económicas.

El grupo de profesores y residentes del Departamento de Ginecología y Obstetricia de la Universidad de Antioquia, la Alma Mater, y cuna de la ciencia de la salud de la mujer en la región, se manifiesta ante la comunidad  y la opinión pública, en el sentido derecho para proteger la institución médica, científica y asistencial que ha albergado en los últimos años a las mujeres más enfermas de Antioquia y de otras regiones del país, que aunque en porcentajes, puede no representar un valor astronómico, son las gestantes más enfermas, y por ende las que más aportan a aumentar mortalidad materna, y una sola muerte materna que prevengamos es per se un pago que no tiene valor económico, porque todos sabemos lo que representa para la sociedad una muerte materna.

Invitamos a la sociedad en pleno, y a los entes legislativos, administrativos, políticos y académicos de la ciudad y del país, a gestar expresiones de apoyo al Hospital UNIVERSITARIO Fundación San Vicente de Paúl y al Departamento de Ginecología y Obstetricia de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia.  Además, a manifestar el total rechazo a las políticas neoliberales y de mercado que impone el sistema de salud colombiano a través de las auditorias de la Superintendencia de Salud y otros entes de control, y el régimen macroeconómico de la Ley 100, así como los compromisos políticos y económicos de Colombia con la OCDE.

Hacemos también un llamado al gobierno a reevaluar y reconsiderar los manuales tarifarios que se pagan en el ejercicio de la obstetricia, que cómo ya se mencionó previamente no son ni siquiera los adecuados para mantener puntos de equilibrio financiero, y repercute de manera desfavorable en la valoración y remuneración de los profesionales de la salud de esta área y en la sostenibilidad de las clínicas y los hospitales.

Sugerimos realizar una “Marcha Fúnebre” en la ciudad de Medellín el día 31 de octubre como expresión de duelo por las decisiones macabras del sistema de MERCADO que retira cada vez más las posibilidades de nacer con dignidad y de brindar el cuidado idóneo para los nuevos hijos de Medellín, de Antioquia, de Colombia y para el mundo.