| Andrea Garzón Sogamoso

Nació en Vélez, Santander, el 16 de enero de 1946. Graduado de Médico General en la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá el 5 de julio 1974 y posteriormente termino su especialización en Ginecología y Obstetricia en la Universidad de Antioquia en Medellín, el 31 de julio de 1981. Fue profesor en la Universidad de Antioquia en el Departamento de Ginecología y obstetricia durante varios años. Amante y estudioso de su profesión, quien año tras año no dejaba de asistir a sus congresos de la especialidad, de los cuales el que más disfrutaba era el de Menopausia. En sus últimos años se dedicó al estudio y actividad en los programas de Ecografía Ginecológica.

Desde sus inicios universitarios estuvo intensamente preocupado por el papel del médico en Colombia. Fue una persona ejemplar en su lucha por el bienestar del cuerpo médico, incansable por enseñarnos perseverancia y optimismo. Permanentemente predicaba que, si nos uníamos todos los médicos en reclamar nuestros derechos, lo podíamos lograr. Siempre estuvo persistiendo en la necesidad de mantenernos asociados para defender la profesión. No había reunión, simposio o congreso en el que no reclamara un espacio para hablar del Gremio y de sus Derechos.

Fueron muchas las conferencias que preparo para exponer en varios congresos nacionales e internacionales, siempre buscando tocar el corazón del colega para agremiarse y luchar por un ejercicio profesional más justo y equitativo para la especialidad.

Infundió en mi corazón y en el de otros muchos más colegas, el servicio a los demás, la necesidad de capacitarnos para dar lo mejor de nosotros a los pacientes, al gremio y a la sociedad

Mi Padre fue un Visionario sobre el futuro que iba a padecer el cuerpo médico con el advenimiento de la ley 100 y con la organización vertical de las EPS, que relegaban al médico a una situación lamentable de un empleado mal remunerado, a pesar de que es una de las profesiones más exigentes en su pénsum.

Fue un hombre luchador y optimista quien siempre vio en los problemas una oportunidad para ser mejor, buscando no solo dar lo mejor de sí mismo a los pacientes, en cuanto a su atención se refiere, sino también buscando la unidad del gremio mediante el colegaje bien fortalecido. Muchas veces lo escuche decir cómo era el ejercicio de la profesión, en sus inicios donde el respeto, el reconocimiento del papel del médico en la sociedad y la remuneración eran mucho más justas y compensaban el esfuerzo físico e intelectual de la profesión médica. Siempre decía que si los médicos no se unían para luchar por sus derechos y ayudarse mutuamente valorando su profesión corrían el riesgo de ser subvalorados.

Y eso es precisamente lo que está ocurriendo actualmente, donde  hay  una mala remuneración profesional con  tarifas cada vez más irrisorias no sólo por la actividad clínica como también en la rama quirúrgica, en donde Cirujanos y Ginecólogos quienes efectúan muchos de los  procedimientos de alta complejidad que requieren una alta preparación médica  y mayor entrega, corren con riesgos que la mayoría de veces no dependen de su ejercicio profesional sino de otras variables como son el estado morbilidad  de las pacientes, el medio nutricional, familiar y cultural que las rodean, el entrenamiento interdisciplinario, dotaciones hospitalarias no apropiadas  y que los exponen a demandas, muchas veces con costos que superan los dineros obtenidos durante toda la vida del profesional. Desvalorizando e ignorando noches de entrega y trasnocho y desconociendo el papel clave del médico en la calidad de vida de la sociedad, porque sin salud no existe calidad de vida

Fue miembro activo de la Asociación Antioqueña de Obstétrica y Ginecología (ASAGIO) y de la Federación Colombiana de Obstetricia y Ginecología (FECOLSOG), en las cuales veía la oportunidad a toda hora de participar siempre en beneficio del gremio aportando ideas para sacar adelante la profesión.

Su lucha gremial llego hasta el Congreso de la República, en donde logro presentar varios proyectos de ley revisando temas tarifarios y de prestación de servicios. Participó en la Fundación de la Clínica las Américas, en donde también logró agremiar a los ginecólogos en una sociedad que llamaron Ginecólogos Asociados las Américas (GALA) y participó en el desarrollo de la Clínica Conquistadores en donde fue un trabajador incansable.

Como presidente de las Sociedades Científicas de Colombia, logró trabajar no sólo por los ginecólogos, sino por todos los médicos de este país.

Tu legado yace en nuestros corazones de quienes tuvimos el gran placer de conocerte y compartir contigo tu lucha incansable por el gremio y quienes día a día nos esforzamos por dar lo mejor de nosotros mismos en pro de la salud y bienestar de nuestros pacientes. Siempre te recordaremos por tu tenacidad y entrega a la profesión.

Se fue un gran líder que luchó por el bienestar del Medico gineco-obstetra y principalmente de los médicos colombianos. Que Dios lo te tenga en su gloria y que nos permita a los que quedamos aun acá trabajar y no desfallecer en favor de nuestra profesión.